jueves, 8 de febrero de 2018

METALLICA, Palau Sant Jordi, 8 de febrero 2018



Noche de “Trash Metal”  en Barcelona, con la “supuestamente” mejor banda de este género.



Metallica como gran banda es un espectáculo tanto musicalmente como escengráficamente y así nos lo hicieron ver en su vuelta a Barcelona.



Con las entradas  vendidas desde hace un año, el “sold out” lo tenían asegurado y el ambiente el deseado. Aunque un lado de la pista estaba medio vacio (han dicho que por seguridad).

Os pongo la foto de sus repertorio escogido para esta noche:



Previamente y para calentar motores salieron al escenario la banda noruega  Kvelertak. Banda que se mueve entre el heavy-metal con toque punk.  Buen directo para calentar al personal que entró pronto al concierto. Tienen del 2016 el disco: “Nattesferd”. 


Todas las fotos en el siguienteenlace:
Fotos Kvelertak Barcelona 2018
 
Muchas ímpetu y demostraron pese al deficiente sonido muchas ganas de gustar y lo consiguieron con su ritmo frenético.


Metallica salieron como suelen hacerlo: a hacer disfrutar al personal, y como se ve en el escenario disfrutan ellos los primeros. Mal el sonido con la primera que se  resolvió con “Atlas ..


Iniciaron el concierto con dos temas del nuevo disco: “Hardwired” y “Atlas, Rise!” mucha fuerza, y imponiendo el ritmo. 



Continúan para sacar la vena trashera del personal  con  clásicos de sus inicios como: “Seek and destroy” y el “Welcome Home (Sanitarium)”.

Sonaron temas de su último álbum como “Confusion” o la de “Halo on fire”.


Y como canciones   sorpresas la de “The memory remains” de su disco “Reload”.


EL escenario “una plataforma cuadrada” centrada en el pabellón como en anteriores giras suyas, hacía que todo el público pudiese verlos  en primera plana. Lars centrado con su batería, y cada x tiempo se iba moviendo para vernos a todos y los otros tres moviéndose por alrededor de él. (Es una buena manera para verlos y disfrutar de su sonido y espectáculo).



La estética de la banda el color negro, haciéndolos resaltar en el escenario con esos efectos de luces que los encubren en el Olimpo de los Dioses del Metal.


Todos tienen su momento, para sus solos, tanto el bajista Trujillo con Kirk a la guitarra. Y como sorpresa y homenaje a nuestra tierra, una rumba catalana, del rey: “Peret” y no estaba muerto”. Nos hizo sacar las sonrisas de la boca. (Había muchas opiniones sobre que canción harian para homenajear a Barcelona, nos llevamos tod@s una gran sorpresa).




Como he dicho la escenografía es espectacular, pero en el aire, ya que en  el escenario están ellos solos, y encima unos cubos que hacen de pantallas y van subiendo y bajando. También sacaron unos "drones" que bailaban encima de sus cabezas.



Nos dejan para el final un sabroso  postre, pero antes nos tocaban de su último disco “Moth into flame”, con temas como, “Sad but true”, “One”, “Master of puppets” haciendo subir la temperatura al pabellón y la de la gente.


Y para rematar el show, el inicio de los bises con “Spit out the bone” de su último disco y  la balada “Nothing Else Matters”, que nos aposentaba en nuestros asientos (mentalmete) para saborearla y como broche final la esperadísima “Enter Sadaman” con la que se despidieron de Barcelona con el éxito  y el saber que no defraudaron a sus fans.


Al final Hetfield nos hizo el guiño con la pua, que tenía la bandera catalana. y en los cubiletes que hacian de pantalla las banderas de España, Catalunya y Barcelona.




2 horas y pico de concierto que saben a poco, por su gran extendido repertorio de temas, que al final solo suenan una veintena, pero que hacen que nos hacen vibrar a tope, y como se dice siempre “ha faltado esa canción”.






Un Palau de Sant Jordi a reventar que vibró con Metallica y del que volvió a rugir la montaña de Montjuic a ritmo del “metal”  (no trash) una vez más.

El resto de fotos las podéis ver en el siguiente enlace:

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