Noche
de “Trash Metal” en Barcelona, con la “supuestamente” mejor banda de este género.
Metallica como gran banda es un
espectáculo tanto musicalmente como escengráficamente y así nos lo hicieron
ver en su vuelta a Barcelona.
Con
las entradas vendidas desde hace un año,
el “sold out” lo tenían asegurado y
el ambiente el deseado. Aunque un lado de la pista estaba medio vacio (han dicho que por seguridad).
Os pongo la foto de sus repertorio escogido para esta noche:
Previamente
y para calentar motores salieron al escenario la banda noruega Kvelertak.
Banda que se mueve entre el heavy-metal
con toque punk. Buen directo para
calentar al personal que entró pronto al concierto. Tienen del 2016 el disco: “Nattesferd”.
Muchas ímpetu y
demostraron pese al deficiente sonido muchas ganas de gustar y lo consiguieron
con su ritmo frenético.
Metallica salieron como suelen hacerlo:
a hacer disfrutar al personal, y como se ve en el escenario disfrutan ellos los
primeros. Mal el sonido con la primera que se
resolvió con “Atlas ..”
Iniciaron
el concierto con dos temas del nuevo disco: “Hardwired” y “Atlas, Rise!”
mucha fuerza, y imponiendo el ritmo.
Continúan
para sacar la vena trashera del personal
con clásicos de sus inicios como:
“Seek and destroy” y el “Welcome
Home (Sanitarium)”.
Sonaron temas de su último álbum como “Confusion” o la de “Halo on fire”.
Y como canciones sorpresas la de “The memory remains” de su disco “Reload”.
EL
escenario “una plataforma cuadrada” centrada
en el pabellón como en anteriores giras suyas, hacía que todo el público
pudiese verlos en primera plana. Lars centrado con su batería, y cada x
tiempo se iba moviendo para vernos a todos y los otros tres moviéndose por
alrededor de él. (Es una buena manera para verlos y disfrutar de su sonido y espectáculo).
La
estética de la banda el color negro, haciéndolos resaltar en el escenario con
esos efectos de luces que los encubren en el Olimpo de los Dioses del Metal.
Todos
tienen su momento, para sus solos, tanto el
bajista Trujillo con Kirk a la guitarra. Y como sorpresa y homenaje a
nuestra tierra, una rumba catalana, del rey: “Peret” y no estaba muerto”. Nos hizo sacar las sonrisas de la boca. (Había muchas opiniones sobre que canción harian para homenajear a Barcelona, nos llevamos tod@s una gran sorpresa).
Como
he dicho la escenografía es espectacular, pero en el aire, ya que en
el escenario están ellos solos, y encima unos cubos que hacen de
pantallas y van subiendo y bajando. También sacaron unos "drones" que bailaban encima de sus cabezas.
Nos
dejan para el final un sabroso postre,
pero antes nos tocaban de su último disco “Moth
into flame”, con temas como, “Sad
but true”, “One”, “Master of puppets” haciendo subir la
temperatura al pabellón y la de la gente.
Y
para rematar el show, el inicio de los bises con “Spit out the bone” de su último disco y la balada “Nothing Else Matters”, que nos aposentaba en nuestros asientos
(mentalmete) para saborearla y como broche final la esperadísima “Enter Sadaman” con la que se
despidieron de Barcelona con el éxito y
el saber que no defraudaron a sus fans.
Al final Hetfield nos hizo el guiño con la pua, que tenía la bandera catalana. y en los cubiletes que hacian de pantalla las banderas de España, Catalunya y Barcelona.
2 horas y pico de concierto que saben a
poco, por su gran extendido repertorio de temas, que al final solo suenan una
veintena, pero que hacen que nos hacen vibrar a tope, y como se dice siempre “ha faltado esa canción”.
Un Palau de Sant Jordi a reventar que
vibró con Metallica y del que volvió
a rugir la montaña de Montjuic a ritmo del “metal” (no trash) una vez
más.
El resto de fotos las podéis ver en el siguiente enlace:
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